Testimonio Gabriel Guardia

Mi proceso en CANAÁN empezó el 7 de julio del 2018. Cuando entre por la puerta por primera vez un sábado, recibí un abrazo de un padre que duró unos 8-10 segundos pero se sintió como una eternidad. Le pregunté al señor que me abrazó, “porque usted me abrazó así?” y me respondió, “por que esos son los abrazos que nuestros padres nunca nos dieron.”. Y ahí supe que llegue a casa y que era un niño huérfano buscando el amor de mi Padre celestial. 

Durante el proceso de MADUREZ pude ver que era un ADULTO NIÑO. Cuando leí estas palabras me impactaron mucho y cambiaron mi vida: 

“Un adulto niño DEBERÁ SER DESTETADO DEFINITIVAMENTE, los papás deberán salir del panorama. 

Un adulto niño TIENE QUE COMENZAR A ENFRENTAR LAS CONSECUENCIAS DE SUS MALAS DECISIONES. Los colchones deberán ser quitados.” 

A los 27 años, yo nunca había pagado con mi dinero por gasolina porque siempre tuve una tarjeta de nuestra empresa que usaba. Esto demostraba mi inmadurez porque era un área en mi vida en la cual no me tenía que preocupar y ni me había dado cuenta. 

Cuando dice que nuestros padres deben salir del panorama fue algo que me pegó muy duro porque en esos días yo todavía vivía en casa. El Señor usó a Don Mario Ramos para hablarme verdad en amor y decirme que yo tenía que pagarle renta a mis padres si vivia ahi o irme. Esto me dio muy duro pero a los meses logre buscar un apartamento donde vivir y empecé a no ser niño más. 

Empecé en la serie de MADUREZ a tomar responsabilidad por las pésimas decisiones que tomé en mi vida que me llevaron hasta mi punto final y casi me matan más de una vez. Antes de esto, era muy fácil señalar el dedo a otras personas y culparlos por lo que se había convertido mi vida. Ahora entiendo y sé que yo soy 100% responsable por mis acciones y por mi vida entera en toda área. 

MADUREZ me mostró también cómo yo hablaba mucho y no escuchaba. Aprendí a escuchar a las personas, tener compasión y siempre guiar a las personas hacia buscar y escuchar la voz del Padre en toda situación y en todo momento. Es uno de los mejores regalos que yo he recibido y que he podido enseñarle a las personas que Dios me pone en el camino. 

Yo pienso que esta serie de MADUREZ es extremadamente valiosa y cuando se completa como está diseñada te revela muchas cosas bonitas para seguir creciendo en gracia y en el caminar con nuestro Señor Jesucristo. Tengo mucha gratitud en mi corazón por esta serie y se que va ser de bendición para millones de personas muy pronto.

Bendiciones a Pastor Jaime y Lily Garcia, los líderes y a este bello ministerio que nació en el corazón de Jehovah. 

Los amo mucho,

Gabriel E. Guardia