Dios te ha traído a este pedacito del Cuerpo de Cristo que existe por y para la restauración. Has llegado a una comunidad conformada por individuos y familias que un día estuvimos destruídos y sin esperanza, pero fuimos rescatados y nos fue dada una nueva vida. Nos unimos a la invitación que Dios mismo te está haciendo, te damos la bienvenida a nuestra familia y a esta maravillosa aventura llamada Restauración.
Creemos que Dios es soberano y por tanto fue Él quien unió tu camino con el nuestro. Oramos para que todos sus propósitos se cumplan y que tú y tu familia puedan entrar a ser parte del ejército poderoso que se levanta del valle de los huesos secos. (Ezequiel 37)
Transformamos comunidades , Sanando Familias
Amamos al pecador sin consentir el pecado.
1 Juan 4:10 En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Vivimos sin secretos.
Santiago 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. 1 Juan 1:5 Dios es luz, y no hay tinieblas en Él.
Somos congruentes entre lo que enseñamos y vivimos.
1 Timoteo 5:8 Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
Usamos nuestra historia para inspirar a otros.
Apocalipsis 19:10b El testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
Podemos entender la angustia de los que sufren porque hemos estado allí.
2 Corintios 1:3-4 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios.
Caminamos y construimos juntos un futuro. Desarrollamos relaciones que van más allá del tiempo, las instituciones y las distancias.
Gálatas 6:10 Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.
Somos libres para ser quienes Dios diseñó que fuésemos. Unidad en medio de la diversidad.
Gálatas 5:1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de la esclavitud.
Admiramos, valoramos y tratamos a cada persona con la misma dignidad que todos merecemos.
Filipenses 2:3 Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo.
Acompañamos a otros en la decisión de reconciliarse con Dios, con ellos mismos y con las personas más significativas. Colaboramos en la reconstrucción de puentes rotos y de ciudades asoladas. Somos reparadores de brechas.
2 Corintios 5:19 Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.